Commentaire de texte : Las princesas se ponen a trabajar

Publié le 25 oct. 2011 il y a 12A par Anonyme - Fin › 29 oct. 2011 dans 12A
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Sujet du devoir

Bonjour à tous j’ai un commentaire à faire sur le texte las princesas se ponen a trabajar je suis pas très doué en espagnol c’ est pour quoi je vous remercie d’ avance pour votre aide.

Las princesas vuelven a estar de moda. Regresan los palacios y los trajes de ensueño, las coronas y las brujas. Pero los nuevos cuentos de hadas muestran una diferencia: las princesas ya no son damiselas en apuros. Sometidas al revisionismo del feminismo y de los padres preocupados por los valores que les inculcan a sus hijas, las nuevas princesas son distintas. No esperan a que el príncipe las salve. Ellas mismas se embarcan en sus propias aventuras y se preocupan por su sustento.(….)
Es el caso de la nueva película de la factoría Disney, Tiana y el sapo, estrenada en Estados Unidos el pasado 11 de diciembre y que llegará a las pantallas españolas el 5 de febrero.
Blancanieves, cuya película se estrenó en 1937, estaba literalmente muerta hasta que un príncipe la besó y se la llevó a su castillo. Cenicienta limpiaba la casa de su madrastra hasta que el hijo del rey la retiró para siempre. Ariel, la sirenita, llegó más lejos: renunció a ser quien era, una sirena, para casarse con un heredero. Incluso Mulan, la valiente heroína china que arriesga su vida por salvar a su padre, se tiene que travestir y hacerse pasar por un varón para poder luchar en el campo de batalla.(…)

La de Tiana es otra historia. La princesa se casa con el príncipe, sí. Pero no deja que nadie la retire. Con los ahorros de toda su vida, almacenados en latas de café, monta un pequeño negocio, un bar, que regenta junto a su marido. Es la sociedad de la igualdad de oportunidades. La conciliación llevada a la pantalla. Por fin, las niñas pueden seguir soñando con ser princesas, sin que sus madres queden horrorizadas por la imagen que esos sueños proyectan.(…)

La escritora Peggy Orenstein, que normalmente colabora con el diario The New York Times, está trabajando en un libro sobre la educación de los niños en la gran cultura de consumo que nos rodea, llamado provisionalmente Cenicienta se comió a mi hija, sobre lo difícil que es criar a una niña en una cultura de mercado en la que la distinción de lo femenino y lo masculino se ha llevado al paroxismo. "Es imposible acudir a unos grandes almacenes y no darse cuenta", explica.

"Hay pasillos de color rosa plagados de vestidos, muñecas, juegos de mesa diseñados para chicas. Los pasillos de los chicos son todos de color azul, más sobrios, con sus propios juguetes. Con semejante división, con esa aniquilación de la neutralidad en el juego, es difícil educar a un hijo en los valores de género. Arroja mucha luz sobre lo mal que definimos la feminidad en la sociedad de consumo. Se nos enseña que la feminidad la define, casi exclusivamente, la apariencia, la moda, los complementos. Es preocupante".(…)
Disney, con los años, ha ido exacerbando esa feminidad comercial. Los productos de Princesas Disney se venden en grandes envoltorios de color rosa, azul pastel o dorado. Son juegos en que las niñas pueden disfrazarse o disfrazar a sus muñecas. "Con esos productos juegan a la transformación, pasan de no ser especiales a serlo. Rememoran el hechizo". En las películas, para que ese hechizo tenga efecto, la princesa depende, ineludiblemente, de un príncipe azul montado a lomos de un caballo blanco.

A las princesas Disney, como a muchos otros productos infantiles, hay que verlas desde el punto de vista de los niños. Por lo tanto, hay que dar más importancia al simbolismo y a la narrativa inherente que al contexto histórico. En ese sentido, Cenicienta pudo ser, en realidad, una triunfadora. De limpiar escaleras pasó a heredar un trono. Tiana, es cierto, se queda en un éxito más modesto y más tranquilo: abre un bar con su marido.

Où j'en suis dans mon devoir

Bonjour à tous j’ai un commentaire à faire sur le texte las princesas se ponen a trabajar je suis pas très doué en espagnol c’ est pour quoi je vous remercie d’ avance pour votre aide.

Las princesas vuelven a estar de moda. Regresan los palacios y los trajes de ensueño, las coronas y las brujas. Pero los nuevos cuentos de hadas muestran una diferencia: las princesas ya no son damiselas en apuros. Sometidas al revisionismo del feminismo y de los padres preocupados por los valores que les inculcan a sus hijas, las nuevas princesas son distintas. No esperan a que el príncipe las salve. Ellas mismas se embarcan en sus propias aventuras y se preocupan por su sustento.(….)
Es el caso de la nueva película de la factoría Disney, Tiana y el sapo, estrenada en Estados Unidos el pasado 11 de diciembre y que llegará a las pantallas españolas el 5 de febrero.
Blancanieves, cuya película se estrenó en 1937, estaba literalmente muerta hasta que un príncipe la besó y se la llevó a su castillo. Cenicienta limpiaba la casa de su madrastra hasta que el hijo del rey la retiró para siempre. Ariel, la sirenita, llegó más lejos: renunció a ser quien era, una sirena, para casarse con un heredero. Incluso Mulan, la valiente heroína china que arriesga su vida por salvar a su padre, se tiene que travestir y hacerse pasar por un varón para poder luchar en el campo de batalla.(…)

La de Tiana es otra historia. La princesa se casa con el príncipe, sí. Pero no deja que nadie la retire. Con los ahorros de toda su vida, almacenados en latas de café, monta un pequeño negocio, un bar, que regenta junto a su marido. Es la sociedad de la igualdad de oportunidades. La conciliación llevada a la pantalla. Por fin, las niñas pueden seguir soñando con ser princesas, sin que sus madres queden horrorizadas por la imagen que esos sueños proyectan.(…)

La escritora Peggy Orenstein, que normalmente colabora con el diario The New York Times, está trabajando en un libro sobre la educación de los niños en la gran cultura de consumo que nos rodea, llamado provisionalmente Cenicienta se comió a mi hija, sobre lo difícil que es criar a una niña en una cultura de mercado en la que la distinción de lo femenino y lo masculino se ha llevado al paroxismo. "Es imposible acudir a unos grandes almacenes y no darse cuenta", explica.

"Hay pasillos de color rosa plagados de vestidos, muñecas, juegos de mesa diseñados para chicas. Los pasillos de los chicos son todos de color azul, más sobrios, con sus propios juguetes. Con semejante división, con esa aniquilación de la neutralidad en el juego, es difícil educar a un hijo en los valores de género. Arroja mucha luz sobre lo mal que definimos la feminidad en la sociedad de consumo. Se nos enseña que la feminidad la define, casi exclusivamente, la apariencia, la moda, los complementos. Es preocupante".(…)
Disney, con los años, ha ido exacerbando esa feminidad comercial. Los productos de Princesas Disney se venden en grandes envoltorios de color rosa, azul pastel o dorado. Son juegos en que las niñas pueden disfrazarse o disfrazar a sus muñecas. "Con esos productos juegan a la transformación, pasan de no ser especiales a serlo. Rememoran el hechizo". En las películas, para que ese hechizo tenga efecto, la princesa depende, ineludiblemente, de un príncipe azul montado a lomos de un caballo blanco.

A las princesas Disney, como a muchos otros productos infantiles, hay que verlas desde el punto de vista de los niños. Por lo tanto, hay que dar más importancia al simbolismo y a la narrativa inherente que al contexto histórico. En ese sentido, Cenicienta pudo ser, en realidad, una triunfadora. De limpiar escaleras pasó a heredar un trono. Tiana, es cierto, se queda en un éxito más modesto y más tranquilo: abre un bar con su marido.



2 commentaires pour ce devoir


Anonyme
Posté le 27 oct. 2011
Ton commentaire doit être en espagnol ou en francais ?
Tu dois faire quoi exactement ?
Anonyme
Posté le 28 oct. 2011
En espagnol si possible je dois faire une introduction commencé à dessiné un peu le plan puis en fin conclusion merci :)

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