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Sujet du devoir

El otoño no es solo la estación de las hojas caídas. Casi todo cae en Otoño. Cae el bronceado de la piel, tan difícil de conseguir y con el Que una se sentía tan favorecida y juvenil Caen también las facturas. Del colegio, del arreglo del coche y de la tintorería. Una se Siente obligada a regresar a la odiosa peluquería a hacerse las manos y a retocarse el patch. Hay que volver a ponerse medias y a engolfarse en un tráfico mil veces más insoportable que nunca. Hay que reunirse con los amigos
y contar los incidentes de vacaciones y escuchar sus historias de viajes: cómo les engañaron en Nápoles o les pillo una manifestación en Tailandia o cómo les atracaron en Rio de Janeiro.
Con las hojas de los árboles van cayendo las ilusiones, los sueños y las
esperanzas de poder cambiar algo en una misma o en los demás. Entonces te das cuenta de que todo sigue igual [...]. l] reencuentro con la rutina de trabajo se une la de la casa [...].

Antonio, en cambio, esta eufórico y Lleno de vitalidad. Se levanta temprano, se ducha, se lava los dientes, se viste y se va. Se marcha tan deprisa que se deja la cartera, las Raves y la agenda. Pero para eso estoy yo durante horas por la mañana desayunando y re desayunando, para que él pueda llamar por teléfono y pedirme que «si no me molesta y soy tan amable le acerque a su oficina la cartera, su agenda y las Llaves». Creo que sale tan escopetado de casa porque le tiene miedo a la melancolía. Prefiere no verme ni oírme: —Antonio, que este mes tenemos que pagar el último plazo de la cadena hi-fi y del video, no te olvides de ingresar la pasta. —Antonio, que luego qué hacemos: cena- mos en casa o salimos?

Llego a casa hacia las siete y media y tengo que dar ochenta y cinco vueltas a la manzana para encontrar un lugar donde estacionar el puto coche. [. . .] Tengo que caminar hasta la casa como quinientos metros. La verdad es que, pienso, Llevo una vida de gilipollas. [...]

La puerta está cerrada con llave, lo que significa que no hay nadie en el hogar. Diego se habrá ido al cine y mi dueño y señor obviamente no Llega nunca antes de la hora que dice que va a Llegar. [...] Diego ha dejado sus huellas frente al televisor. Las zapatillas de deporte en el suelo, un jersey en el sofá, un cinturón en la mesa baja donde también reposa una bandeja con un plato con restos de kétchup. [...]

En esos detalles es en los que una nota la distancia entre las familias.

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Où j'en suis dans mon devoir

I. La vuelta a la vida cotidiana
La narradora presenta con mucho desengaño la vuelta en otoño a la vida cotidiana “ casi todo cae en otoño “ (l.2) ,“cae el bronceado de la piel, tan difícil de conseguir y con el que una se sentía tan favorecida y juvenil “ (l.3). El otoño significa por el narradora su regreso a la vida cotidiana, la desilusión después de las vacaciones “caen también las facturas del colegio, del arreglo del coche y de la tintorería” (l.4). Uno se siente obligado regresar a hacer las cosas odiosas que en verano y fuera de casa se nos habían casi olvidado “hacerse las manos y a retocarse el patch “(l.6), también el verano no se necesita ponerse mucha ropa “ponerse medias engolfarse en un tráfico “(l.7) de ropas en verano la gente está de vacaciones mejor de casa, entonces a volver. Hay que reunirse con los amigos y contar las incidentes de las vacaciones y escuchar las historias de viaje que tampoco nos interesan. En otoño las vacaciones terminadas van cayendo las ilusiones esperanzas. En final uno se da cuenta que no podemos cambiar algo y que todo sigue igual así va la vida… En sus problemas al remamiento caí la rutina del trabajo, y de la casa.

II. Los comportamientos respectivos de los protagonistas.

La narradora explica como el marido sea nudo con la rutina laboral y casera. Antonio esta “eufórico” y lleno de vitalidad “pero aunque se levanta muy temprano se “olvida la cartera, la llevas y la agenda” (un fin lo principal) pero Antonio cuenta mucho con su mujer “pero para eso estoy yo” tan apresurada que no puede mi tomar huequilla mi desayuno. Al final como soy tan “amable” me pide de llevarle su cartera a su oficina. La narradora piensa que Antonio su marido sale de su casa ten escopetado porque tiene miedo a la melancolía “prefiere no verme ni oírme” pienso que quiere vivir tranquilo su tareas. Antonio esta tan despistado que se olvida hasta pagar el plazo de la cadena hi-fi (casa que me parece importante) volviendo por fin a casa después de su trabajo Antonio no sabe si cena en su casa a fuera.

III. Las desilusiones de la mujer después de su jornada.

La narradora llega a su casa después de su jorada pero nada es fácil. Hay que dar “ ochenta y cinco vueltas” para aparcar el coche entonces la narradora esta “harta” porque que preocuparse de todo las problemas de la vida cotidiana sin ayuda ninguna piensa vivir una vida de gilipollas “ . en fin la narradora llega a su casa pero no es sui cartar que tiene todavía otros trastornos debidas al desorden de su hijo “ senior olviamente” en el salón ha dejado sus huellas eano zapatillas , jersey, cuituron en sitias que no tienen que estar y para coronar la cosa dejo en la bandeja sus restos de cena “ en plato ean restos de kétchup” y vete a saber a que hora este “señor” va a volver a casa “ no llega antes de la hora que dice que va a llegar”

je ne cestpas si j'ai bien fais le commentaire de ce texte ou si j'ai raconter le texte.